Grupo de Música Popular Latinoamericana
 
Inicio
Trayectoria
Integrantes
Agenda de Actividades
Videos
Galería de Fotos
Repertorio
Noticias Recientes
AGRULA
Solicitud de actuación
Especificaciones Técnicas
Investigación y Análisis
=> Antecedentes Sociohistóricos y Estilísticos Europeos en Cuatro Formas Musicales Latinoamericanas
=> Reflexiones sobre la Cognición en la Creatividad Musical
=> Música y Literatura en Latinoamérica: Complidad Creativa
=> Formación del Músico Popular
=> Los estudios de música popular y la renovación de la musicología en América Latina: ¿La gallina o el huevo?
=> Estudios en torno a la influencia africana en la música tradicional de México: vertientes, balance y propuestas
=> Música y Etnicidad: una introducción a la problemática
=> Instrumentos de música y religiosidad popular en Cuba: los tambores batá
=> La música popular contemporánea y la construcción de sentido: Más allá de la sociología y la musicología
=> Grandes Compositores Populares Latinoamericanos
=> Entre el folklore y la etnomusicología. 60 años de estudios sobre la música popular tradicional en Colombia
=> Theorizing the Body in African-American Music
=> Música y el legado de la violencia a finales del siglo XX en Centro América
=> La vida del payador Atahualpa Yupanqui
=> Historia del origen del mariachi
=> La trova que es Cayamba
=> The Charango as Transcultural Icon of Andean Music
=> La mitología guaraní en la cotidianeidad paraguaya
La música de...
Enlaces de Interés
Contacto
 

La trova que es Cayamba

La trova que es Cayamba

 

Por Arelis Alba

 

CayambaCayamba es el símbolo de la cultura baracoesa. Su mística todavía nos acompaña y su nombre sigue tejiendo leyendas. Oscar Montero nace en Baracoa el 8 de septiembre de 1923 y, por una de esas casualidades del destino, muere también en septiembre, el día 5 del año 1991. Era ya entonces una figura reconocida y admirada dentro y fuera de su natal terruño. Fueron muchas las personas que estuvieron cerca de Cayamba. Él, con su natural encanto y simpatía, se granjeaba el respeto y el cariño de cuantos le rodeaban. Osmel Muguercia fue uno de esos hijos adoptivos que fue ganando en la vida y hoy, desde su perspectiva de historiador, investigador y amigo, nos acerca al hombre y al artista.

 

¿Qué influencias recibe Oscar Montero que perfilan su vocación trovadoresca?

Cayamba es una de las referencias  imprescindibles y fundamentales en la cultura baracoesa. Es un músico autodidacta que aprendió de la trova baracoesa, bebiendo en la bohemia baracoesa, en los muelles de Baracoa.

 

Me contaba el propio Cayamba que en una de las visitas de Sindo Garay acá a Baracoa en el año 1932, siendo él un muchacho, tuvo la oportunidad de ver de lejos e impresionarse  con la figura de Sindo Garay. Ya Sindo Garay era en ese entonces un referente importante y una de las grandes figuras de la trova santiaguera y cubana.

 

Cayamba, soldador de oficio, aprendió mucho de un compañero de labor que era también trovador. Y tenemos referencia de que ese soldador conoció a ciudadanos que estuvieron acantonados aquí en Baracoa durante la intervención norteamericana en Cuba a partir del año 1898. Según investigaciones realizadas por el doctor Danilo Orozco esos soldados eran oriundos de New Orleáns, cuna del jazz y del rating blue, una vertiente musical afro norteamericana que todavía se mantiene muy fuerte. Es de suponer entonces que esta influencia permeó de alguna manera también mucho la forma de trovar de Cayamba.

 

Pero más que hablar de referencias a las fuentes en las que Cayamba bebió hay que verlo como un crisol y una amalgama de diversos estilos musicales. Cayamba era un jazzista por excelencia, si tú escuchas la música de Cayamba te podrás dar cuenta que hay una savia que nos viene de la raíz del jazz, y hay también una mezcla de la trova santiaguera pero con el perfil baracoeso. Y es lo más singular que se da en la trova baracoesa.  Hay trovadores baracoesos que son imprescindibles, te podría mencionar al barbero Muguercia, a Naldo Savó, a los Cintra, pero Cayamba tuvo la peculiaridad de ser el crisol, de asimilar, de sintetizar las diferentes vertientes y a través de su prisma, de una manera muy singular, hacer una trova que era Cayamba.

 

¿Cómo ocurre ese tránsito que convierte a Oscar Montero en Cayamba?

Por caprichos de la vida Oscar Montero nace y muere en septiembre, con escasos tres días de diferencia. Y aunque comienza a trovar muy joven su primera composición, dedicada a su esposa Julia la hizo en 1958. Es una canción bellísima que aparece en un disco antología de la música guantanamera. Él no era muy prolifero como compositor. Tiene, además de la canción para Julia, otros temas como Siro Antonio, dedicada al hijo, y “El barquito”, una mezcla de jazz con trova y rating blue que es muy interesante y fue muy popular.

Pero lo más significativo es que Cayamba llega a convertirse en el alma de la trova en Baracoa. Hay una anécdota que lo ilustra. En la Casa de la Trova se conserva un sillón antiguo; en ese balance solamente se sentaban Cayamba y sus invitados y eso te da la muestra del respeto que le profesaban los demás trovadores a Cayamba. Podía estar lleno el salón, pero ese asiento, que es como el trono de la trova  -por decirlo de algún modo-, era para Cayamba.

 

Silvio Rodríguez junto a CayambaPero la leyenda de Cayamba cruzó las fronteras de Baracoa…

Cayamba nos representó en disímiles escenarios. Por ejemplo fue invitado al Festival Internacional de Guitarra de La Habana por el maestro Leo Brower. Allí Cayamba compartió escenario con importantes concertistas de la guitarra porque fue llevado allí no como trovador sino como guitarrista. Leo Brower vio en él una personalidad de la guitarra.

 

No te puedo decir con exactitud a cuántos eventos importantes Cayamba asistió. Al encuentro de charangueros en Palma Soriano era invitado personalmente por Rafael Lay, director de la orquesta Aragón. Pasaba largas temporadas en Manzanillo invitado por Pachy Naranjo, el director de la Original de Manzanillo. Pachy se extasiaba con la música de Cayamba, venía aquí y se lo llevaba a pasar largas temporadas con él y su agrupación.

 

Fueron muchas las personalidades de la cultura cubana y del mundo que supieron apreciar la trova de Cayamba. Ningún artista que venía a Baracoa podía irse sin escuchar una cayambada. Juan Formell emite juicios muy positivos sobre Cayamba cuando visita a Baracoa en el año 1978 y canta con él. Faustino Oramas, el Guayabero, también hablaba muy bien de Cayamba.

 

Silvio Rodríguez también expresó admiración por el trovador barcoense…

Primero lo hizo Pablo Milanés en el año 1988 cuando estuvo en Baracoa de gira por la patria. Silvio Rodríguez junto a CayambaPero Silvio tuvo una deferencia especial con Cayamba. Ambos comparten con él su música pero Silvio fue mas allá al visitar lo que Cayamba llamaba El Colgadizo, que era su casa. Al Colgadizo Cayamba llevaba a sus amistades especiales para descargar. Silvio tuvo la deferencia de pasarse una tarde en el Colgadizo. Hay constancia gráfica en la Casa de la Trova, dos fotos de esa visita de Silvio Rodríguez en la casa de Cayamba. Fue una tarde espléndida para los que tuvimos al oportunidad de escuchar a dos figuras cimeras de la trova: una figura que es un puente, un enlace, como es Silvio Rodríguez y una figura de la vieja trova cubana como es Cayamba.

 

Además de su carisma, ¿qué cualidades identificaban a Cayamba?

Cayamba tenia una voz rajada, una voz muy dada a la bohemia, a las malas noches, al compartir sin tiempo, sin medida. Para muchos la voz de Cayamba carecía de esa dulzura, esa sublimidad que identifica a los buenos cantores. Quizás por eso Cayamba se autotitulaba el cantante de la voz más fea del mundo, tomando como referencia el antecedente de un cantante baracoeso llamado Leo Castañeda que recibió ese calificativo de la prensa de su época. Chamba decía que el no cantaba, que él era un decidor de canciones. En eso se acercaba mucho a Bola de Nieve que nunca se creyó tampoco cantante; ¡pero por Dios!, ambos cantaban como para que los ángeles los escucharan.

 

Y si nos apartamos del Cayamba trovador para acercarnos al ser humano que latía bajo la piel…

Hoy se habla mucho de Cayamba como trovador y hay que hablar también de Cayamba como filósofo. A mí me encanta la “filosofía” de Cayamba por definirlo de algún modo. Esa manera tan suya de ver la vida, de asimilar la realidad. Los muchos escritos que cayamba tenía en el estuche de su guitarra no eran mensajes sin sentido sino que reflejaban una filosofía muy propia, una enseñanza, una sabiduría muy popular. Y eso te lo entregaba también en su conversación. Con Cayamba tú podías estar conversando diez horas y te parecían minutos.

 

Para mí Cayamba fue un padre, Compartimos mucho y tenía una manera especial de comunicarse conmigo. Y si algo me maravilló siempre fue que nunca creyó que tenía la valía que la gente le daba. Decía que la gente lo sobrevalora y eso demuestra la modestia, la sencillez que siempre lo caracterizó y que constituyen otro signo inequívoco de su grandeza, como persona y como trovador.

 

Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis