Como toda la cultura del país, la música de México es fruto del mestizaje que se dio entre las tradiciones europeas, americana y africana, entre otras. La música mexicana es sumamente variada e incluye diversos estilos determinados por la región geográfica de proveniencia, así por las diferentes épocas de desarrollo.
Muchas de las canciones más famosas y tradicionales de México son conocidas en todo el mundo, aunque el origen mexicano de esas composiciones a veces no es claro para quien no está familiarizado con la cultura mexicana. Algunos ejemplos de canciones mexicanas famosas más allá de las fronteras del país son: "Bésame Mucho", "Cucurrucucú Paloma", "Amor, Amor, Amor", "Solamente una vez", "Somos novios", "Guadalajara", "El Rey", "Amorcito Corazón" y algunas más. Se ejecutan varios tipos de instrumentos musicales (algunos poco usados) de origen indígena (huehuetl, teponaztli) o mestizo (guitarrón, marimba), además de los europeos muy populares.
Música indígena
Se sabe muy poco de la música prehispánica de México, aunque son abundantes los grupos que reivindican esa tradición a lo largo de todo el país. Los indígenas carecían de instrumentos de cuerda, y su música estaba basada en percusiones e instrumentos de viento. Existen muy pocas referencias históricas y arqueológicas que permitan siquiera adivinar el tipo de música que cultivaban los indígenas antes de la llegada de los españoles.
Del último período de la civilización mesoamericana se sabe que existía una deidad patrona del canto, la música y el juego. Su nombre era Xochipilli, el Príncipe Flor.
Quizá la danza del Venado, de los indios yaquis y mayos de Sonora, sea uno de los pocos testimonios de la música prehispánica que han persistido hasta nuestros días, tanto en su instrumentación como en la lírica. Sin embargo, es posible señalar que los pueblos precolombinos carecieron de instrumentos de cuerda, y que su música era más rítmica que melódica. Entre los instrumentos que utilizaban está el teponaztle y el huéhuetl, dos tipos de tambores de madera; las ocarinas y flautas de barro o carrizo, raspadores de hueso o de madera, y cascabeles. Tras la llegada de los españoles, los indígenas aprendieron de los misioneros la música europea. Muchas de las danzas de Conquista que se practican en las comunidades indígenas del país tienen origen en ese tiempo; igual que ciertos géneros asociados con el culto católico, como la danza de Matachines y el son de Concheros, entre otros.
Música mestiza
Internacionalmente conocido es el conjunto del mariachi, asociado a las grandes figuras de la "canción mexicana" ranchera, que tuvo su período de florecimiento entre las décadas de 1940 a 1970. Es un caso muy interesante pues un conjunto típico regional se convirtió en un símbolo nacional.
El mariachi es originario del occidente de México, específicamente de los estados de Nayarit, Colima y Jalisco, que se disputan su paternidad. Lo cierto es que en un principio, el mariachi era una orquesta popular e indígena, y su indumentaria nada tenía que ver con la del charro (es decir, el traje de los ricos hacendados ganaderos) e interpretaban los "sones de mariachi". Una nota interesante es que estos conjuntos musicales arribaron a la Ciudad de México antes que a la capital de Jalisco. A partir de la primera década del siglo XX comienzan a transformarse: visten el traje de charro (mismo que ya usaban las orquestas típicas desde el Porfiriato), y amplían su repertorio con piezas de diferentes regiones de la República: sones abajeños, jarabes, corridos, huapangos y canciones bravías, al estilo de Lucha Reyes. También añadieron la trompeta como instrumento imprescindible.
Con el auge del cine mexicano las películas de Tito Guízar , Jorge Negrete, Pedro Infante y Javier Solís, dieron a conocer al mariachi así como a un México Rural idealizado.
El son es una música en la cual se mezclan las influencias indígenas, españolas y africanas, incluso asiáticas en algunos casos. Se trata de un género con ritmo de 6/8, cuya instrumentación varía de región en región. Un conjunto de sones es denominado jarabe, y de este tipo, existen los jarabes Tapatío, Mixteco, del Valle, Tlaxcalteca, Michoacano, etc. A demás de los ya señalados sones de mariachi, hay son jarocho, huapango, son abajeño y muchos más. Géneros de aparición más tardía son la jarana y la trova yucateca, que se cultivan en la península de Yucatán, y que recibieron influencia caribeña (especialmente del son cubano y el bambuco colombiano); la chilena, originaria de los estados de Guerrero y Oaxaca, y que recibió la influencia de la cueca chilena y la marinera peruana. Así mismo surge la rondalla, en las clases sociales estudiantiles populares urbanas, en aquéllas que no podían adquirir los instrumentos de la estudiantina.